
¿ El Tiempo lo cura todo?
Que pregunta esta. ¿Verdad?. Todos a lo largo de nuestra vida hemos escuchado esta frase lapidaria alguna vez. Me atrevo a más. Incluso en según que situaciones nos hemos visto tentados a decirla, o peor aún, la hemos dicho.
Lo cierto es, que no es cierto, valga la redundancia. Y en los momentos en los que esta afirmación tiene tendencia a salir de nuestra boca menos aún. Porque la persona que la recibe está en pleno lecho del dolor y esto no solo no le consuela sino que puede llegar incluso a enojarla y, en ese momento tan doloroso ante una frase tan vacía y equivocada, estaría en su derecho de molestarle si es eso lo que le despierta.
¡OJO!. Quien transmite esa frase equivocada lo hace con la mejor de las intenciones y posiblemente con un estado de ánimo afectado. Con un sentimiento de impotencia porque su voluntad es la de ayudar y mostrar su cariño a los presentes y sus respetos a los ausentes.
¿Donde está entonces el gran agravio?. Pues en que sencillamente, lo que le estas diciendo a ese ser querido y doliente es falso. EL TIEMPO NO CURA NADA. Y al decir eso, estás diciéndole a quien peor lo va a pasar que se va a curar y que todo se va a olvidar. Y no nos damos cuenta de que eso no es lo que esa persona quiere. Ni siquiera es lo que esa persona necesita. Esa persona no quiere OLVIDAR. Ni curarse por la falta de alguien tan querido, y menos aún, en un instante así con su dolor “a flor de piel”.
Tenemos TODOS QUE APRENDER. Que no todo se cura. Que somos seres finitos. Que tenemos límites y no tenemos porque poder con todo. Y que no debemos aspirar a curarnos, sino a aceptar o convivir con situaciones en ocasiones para las que el ser humano no está concebido.
Como sería injusto y triste aspirar al OLVIDO cuando a lo que QUEREMOS aspirar es al RECUERDO de quien nos falta. Con un punto de dolor por su ausencia pero con todo el amor dispensado hacía él o ella porque fue un orgullo y un privilegio el que formara parte de nuestras vidas o fuera carne de nuestra carne.
El tiempo no cura. Tan solo nos permite, QUE NO ES POCO, tener perspectiva. Nos permite pasar del dolor más desgarrador al sosiego y después, nos permite el RECUERDO. Es el formato en el que nos suceden las experiencias mas maravillosas y las tragedias mas horrendas. EL TIEMPO ES EL CANAL A TRAVÉS DEL CUAL FLUYE LA VIDA.
Curar lo que no puede ser curado. Reprimir lo que no nos queda más remedio que aceptar porque así nos ha sido impuesto. Es, en cierto modo también, ir “contra natura” por doloroso o antinatural que nos pueda parecer.
A veces, como psicólogo, en mi consulta de Almería. Algún paciente equivocadamente me ha preguntado; ¿Cuando me voy a curar?, a pesar de haber pasado años. La mayor recuperación se produce cuando haces entender a esa persona que nunca se curará. Que no puede curarse de aquello que no tiene cura. Y que su aspiración no debe ser la sanación, sino la aceptación de aquello que le martiriza.
La ACEPTACIÓN tiene muchas bondades cuando realmente se alcanza. Porque se consigue una autonomía y un bienestar que en absoluto son comparables a la presencia de quien nos falta pero es infinitamente mejor que vivir permanentemente en el dolor de su ausencia, o aún peor, en la negación de su existencia y, por ende, de su legado.
Y para alcanzar esa aceptación. Hay dos grandes aliados. LA PALABRA ( en otro post hablaremos algún día de esto, pero en mi consulta hay una máxima para esto que es: “duelo no hablado, duelo no superado”) Y EL TIEMPO (es el día a día. Inalterable. No se parará nunca por nada ni por nadie. Y VIVIMOS EN ÉL. Tan cierto, maravilloso y en ocasiones implacable como la vida misma).
Así que en momentos así, lo ideal es mostrar tu apoyo con tu presencia. No es tan importante lo que dices como lo que haces. Y lo que haces ES ESTAR. Un abrazo, una mirada, una lagrima, un favor en esos momentos de desajuste total son tu mejor apoyo.
Y si hablas porque la persona que lo está pasando mal así te lo demanda. Es mejor decir ” Ahora hay que darse tiempo para intentar asimilar lo que es imposible de asimilar”. Esta es una afirmación cierta a la par que dolorosa también. Es lo que empieza mañana. En cualquier caso, como decía la canción, “si lo que vas a decir no es más bello que el silencio, no lo vayas a decir“. Pero nunca digáis “El tiempo lo cura todo” porque es un cliché falso. El tiempo no cura y menos aún de aquello de lo que las personas no deberíamos aspirar a ser curadas.
“Vives como sientes. Si te afecta, importa”
www.icapsicologos.es
Learn More