
Resistencia Versus Alianza Terapéutica = Gratitud
Si doy otra vuelta más con el coche y no encuentro aparcamiento, me voy. Todo psicólogo que tenga consulta privada, ya sea en Almería o en cualquier otro lugar ha escuchado esto más de una vez. Imagino que esto es algo frecuente en consultas de todo tipo.
Generalmente este tipo de…vamos a llamarlo por ahora, comentarios. En realidad son EXCUSAS que los pacientes nos decimos a nosotros mismos (me voy a incluir en esto porque por encima de psicólogo soy humano y lo hago seguro en otros campos de mi vida) para justificar nuestros actos y pacificar nuestras conciencias en caso de no asistir a una cita. En el argot clínico, las denominamos RESISTENCIAS.
Pero digo más. Aún en el caso de asistir, lo cual siempre es de agradecer y un síntoma inequívoco de querer cambiar algo que nos está afectando y limitando nuestras vidas. En la sesión inicial, esa primera toma de contacto en la que confluyen los miedos e inseguridades con las extrañezas y expectativas de todo tipo. Desde el “No se para que vengo” al “me encuentro mal y sé que lo necesito”, pasando por el clásico “es la primera vez que vengo a un psicólogo y estoy un poco nervioso/a”, escucharemos también no solo está expresión de sensaciones (que dicho sea de paso es muy bueno que surjan) sino también EXCUSAS tales como, “He estado a punto de no venir”, “esto no creo que sirva para nada”, “si no llego a encontrar aparcamiento me hubiera ido” de un corte más defensivo e incluso en ocasiones derrotista.
Todo esto es NORMAL. Hay que hacer un ejercicio de empatía básico con cualquier persona da igual su edad, sexo o condición para entender que todos ellos vienen a verte a ti que eres un profesional, y por eso vienen, pero al llegar ven a una persona (y también un entorno que es importante cuidar),que no conocen de nada, ante la cual, poco a poco, de una manera gradual, vamos a ir hablando de todo aquello que habitualmente no hablamos con nadie. Ni siquiera en ocasiones ni con sus más allegados (amigos, pareja, familia, …) en busca de algo en ocasiones que no terminamos de saber muy bien qué es (ya que en cada persona es diferente). Vamos a darnos la oportunidad de auto-conocernos mejor admitiendonos a nosotros mismos fallos, en ocasiones incluso pequeñas “taras”, traumas, sucesos vitales que nos marcaron o determinados rasgos idiosincráticos que jamás admitiríamos tener. O si lo admitiríamos pero no nos permitiríamos reconocernos la incidencia de los mismos en nuestro devenir cotidiano.
Conforme esto pasa, mejor me encuentro. Más confianza tengo en este desconocido que hace una semana o dos lo era, pero ya no lo es. Porque casi sin darme cuenta hemos hablado de tantas cosas algunas importantes, íntimas, personales, otras baladíes, pero que me conoce como nunca creí en esa primera cita que ocurrió no hace tanto, como nunca pensé que me llegaría a conocer. Y todo esto pasa con la misma NATURALIDAD con las que las primeras palabras que se dijeron al verse por primera vez paciente y psicólogo fueron ” estoy un poco nervioso/a, es la primera vez que vengo a un psicólogo”.
Esto es la relación terapéutica. Esta conexión que he intentado definir someramente con palabras (y que como todo lo verdaderamente increíble y casi mágico que nos sucede es imposible de definir) y que tiene un incalculable valor para el correcto desarrollo de la terapia y la obtención de nuestras metas. Y digo NUESTRAS, porque si tú eres mi paciente, tu bienestar, tu superación, tus objetivos son tuyos en primer lugar de eso no hay duda pero yo estoy implicado en ese proceso. Y por tanto, orientado a ser lo más ético y profesional posible en la consecución de tus mejoras, y cuando no pueda haber mejoras, pues este supuesto también se puede dar. Intentaré ser lo más humano y didáctico posible para hacérselo ver al paciente y ayudarle en su proceso de aceptación de sus limitaciones.
La relación terapéutica consigue que quien sufre, encuentre apoyo, desahogo, alivio. No hay formulas mágicas. No se deja de sufrir de hoy para mañana. En esta consulta no hay fármacos para tratar o en ocasiones enmascarar problemas o síntomas. Un colega de profesión una vez me dijo, que el problema por el que la psicología no tenía tirón era porque no dábamos nada físico al paciente. Yo no estoy de acuerdo con él. Nuestras herramientas pueden no ser físicas. Pero quien acude a mi consulta encuentra comprensión, apoyo, acompañamiento, consejo, realidad a veces sin cortapisas, sinceridad, profundidad en un mundo este por el que transitamos caracterizado por la superficialidad, hay crítica también pero objetiva no enjuiciadora, y al final, hay OPCIONES. Opciones de conocernos para ser mejores, para superar obstáculos, para abrirnos a nuevos horizontes y alcanzar aquello que queramos alcanzar como personas. No es un viaje fácil, en ocasiones hay que ASUMIR aspectos que no deseamos ni tocar porque nos resultan desagradables, porque nos dan miedo, o porque nos limitan pero aceptamos ese límite con tal de no mirarlo a los ojos. En cualquier caso, el protagonista de este “viaje” siempre es el paciente y el terapeuta su fiel compañero en ese caminar. Es un viaje personal en el que no estás solo. Pero en el que en última instancia tú decides. Pues tú vida es tuya y de nadie más.
Porque no hay que olvidarse de algo. El paciente acude a terapia por un problema X. Pero la terapia no se realiza sobre el PROBLEMA. La terapia SIEMPRE se hace sobre la PERSONA. De la misma forma que la persona SIEMPRE,SIEMPRE, SIEMPRE es muchísimo más que su problema aunque se encuentre en un punto en el que eso lo ha olvidado.
Por todo esto, quiero desde aquí, dar las gracias a todos y todas cuantos me habéis elegido en estos años. Gracias a vosotros/as he podido escribir hoy con orgullo y el conocimiento que aporta la experiencia estas palabras con conocimiento de causa. Este humilde servidor os agradece el haberle enseñado tanto y permitido experimentar la belleza y la bondad de la relación terapéutica a pesar de la dificultad y la responsabilidad que ella entraña y en el formato de consulta privada que es como mejor y más efectiva resulta sin duda la psicología a día de hoy. GRACIAS.
Y para quienes aun no me conocéis. Espero algún día en caso de que lo necesitéis poder tener la oportunidad de materializar estas palabras y poder ayudar en todo cuanto esté en mi mano como siempre he hecho. GRACIAS también.
“Vives como sientes. Si te afecta, importa”.
Learn More
¿Pacientes, Usuarios, Clientes?¿Qué soy yo?
Tenemos un lenguaje tan variado y cambiante que ya no sabemos ¿qué somos?, ¿quienes somos?,¿adonde vamos?, y en ocasiones, ni ¿de donde venimos?. Estas son las grandes preguntas existenciales. Lógicamente, contestar estas preguntas es desentrañar los grandes misterios del universo, al menos del nuestro.
Imaginaros mi sorpresa como psicólogo cuando en las aulas, seminarios, foros, etc…empieza a surgir un debate. ¿Como dirigirnos o que nomenclatura usar para el PACIENTE que acude a una consulta de psicología en Almería o en cualquier otro lugar?.
Voy a desentrañar ya el gran misterio y desde el principio me voy a “mojar”. Para mí personalmente, como psicólogo, aquellas personas que depositan su confianza hasta el punto de cruzar mis puertas y acudir a mi consulta para hacerme depositario de sus problemáticas, limitaciones, complejos, debilidades, fortalezas, sueños y anhelos, de sus alegrías y sus penas, de sus logros, de sus victorias y derrotas, e incluso de sus parejas nuevas o antiguas, trabajos o hijos. En una palabra, de sus VIDAS. SON, al menos en su etapa inicial, PACIENTES.
Mis pacientes no son unos pacientes cualquiera. Son los míos.Quienes me han elegido a mí para acompañarlos y guiarlos por su proceso de terapia en la búsqueda de un mayor auto-conocimiento para salir de una situación que les genera malestar o les limita en su vida diaria de una u otra forma. Para buscar apoyo, desahogo, movilización, cambio, consejo, mediación …Hay multitud de de demandas diferentes, como hay multitud de problemáticas, ya que cada persona es un mundo complejo en sí misma y aquí no existen plantillas mágicas por muchos protocolos de actuación que se publiquen. Todo es orientativo, pero cada persona es única, y por ende, cada tratamiento también.
¿Esto a qué viene?. Os estaréis preguntando. Pues viene a que se está extendiendo la tendencia (que palabra está tan de siglo XXI) de que llamar a quien hace uso de una consulta en el ámbito de la sanidad en general, no solo en el ámbito del psicólogo en particular ES ESTIGMATIZADOR. Y que lo políticamente correcto (otra expresión Siglo XXI sin parangón) es referirse a quienes acuden a una consulta como CLIENTES O USUARIOS.
Claro, esto “a priori” puede parecer una tontería, pero no imagináis lo que un sanitario usa esta nomenclatura a lo largo del día en su versión hablada o escrita. Así que no es tan baladí como parece. De hecho, el post de mi Blog hoy es para hacer una reivindicación mas que una divulgación, que también.
Resulta que llamar a un paciente, paciente (valga la redundancia) es ESTIGMATIZADOR. Pero llamarlo depresivo por estar triste habiendo motivo. O que debido a cambios personales te sientas mal y se le diagnostique un trastorno adaptativo, o que al niño inquieto se le tache de TDHA. Todo ello, por norma general, con tratamiento farmacológico porque toda enfermedad requiere de un tratamiento. NO LO ES.
Es algo que cuanto menos si lo pensamos resulta sorprendente. Como nos inventamos términos para referirnos a todo aquello que ya tiene nombre pero camuflandolo. Así que ahora lo aconsejable es que alguien que acuda a consulta sea un usuario o cliente.
A mi, como psicólogo y sanitario me parece aberrante llamar usuario a un paciente. No soy windows, ni formamos parte de un sistema operativo. Y la persona que tengo ante mí es de carne y hueso. No está compuesta de unos y ceros. Para los puristas de la informática, esto salta por los aires cuando la consulta es por webcam o videochat pero aún así la persona que hay tras la webcam sigue siendo una persona por muy lejos que esté. Me niego a llamar usuario a nadie, ya que en conciencia creo que no es el término apropiado. Igual que cliente. Es cierto que este término podría utilizarse en tanto en cuanto existe una contraprestación económica entre nosotros pero ¿Qué te vendo yo?. La psicología no vende nada material. Ofrece un servicio como cualquier otra actividad sanitaria que se precie. Las personas en ocasiones pagamos por un servicio y nos consideran clientes. Por ejemplo, los bancos. ¿En qué me parezco yo como psicólogo a un banco?.¿En qué se parece mi trato hacia ti y hacia un conocimiento profundo y sincero, por tu vida en general y por tus problemáticas y sentires en particular, a como te va a tratar un banco?.
En conclusión. No distorsionemos el lenguaje que es hermoso tal y como está cuando sabemos usarlo. Es parte de nuestra identidad y no hace falta pervertirlo para crear tendencia o ser moderno. La palabra PACIENTE es la apropiada y es cero estigmatizante. Es la que mejor define NO A LA PERSONA, que es la palabra vital de la que surgen todas. Sino el momento por el que pasa la persona. La definición de paciente, que parece que se nos olvida, en una de sus acepciones define a aquel o aquella que PADECE. Todos somos pacientes alguna vez en la vida por algo y de alguien. Y no solo no es estigmatizante. Para mi es un honor ser paciente de mi medico, de mi enfermera, de mi fisioterapeuta, etc… cuando los necesito. Porque son personas de mi total confianza, queridos, respetados y garantes de mi salud. Como así espero que me vean a mí mis pacientes. PERSONAS todas, por encima de todo término que me conocieron o descubrieron incorporandome a sus experiencias y a sus vidas en el momento en que por lo que fuera padecían. Es una palabra hermosa, definitoria (en tanto en cuanto hace honor a la verdad) y romántica en el argot sanitario que no debe caer en desuso ni ser sustituida por ninguna otra en base a una mal entendida corrección política, tendencia o moda. Esta es mi reivindicación sanitaria y mi opinión personal al respecto. Respeto quien piense de una forma distinta a mi, pero mi principio y alegato es este.
“Vives como sientes. Si te afecta, importa”.
Learn More